Pagar 2,5 millones por algo que OpenOffice nos podria proporcionar GRATIS, y perder un maravilloso centro de salud.
No me había dado cuenta de la barbaridad de dinero y las cosas que se pueden hacer.
Creo la culpa es más de los técnicos informáticos que ?exigen? ese tipo de compras que de los propios políticos que deben pensar que son fundamentales para no perder el tren de las tecnologías y la ?innovación?.
Lamentablemente se decidio comprar las 5000 licencias.